18.2.07

Volcán Tupungato

Altitud: 6570m IGM
Región: RM
Sector: Río Colorado

Ruta: Normal por Chile
Integrantes: Nolberto Alarcón, Julio Artigas, Marcela Backit, Rodrigo Díaz ,Paula Salgado, Elvis Acevedo
Fecha: 04/02/2007 al 14/02/2007


Es 3 de febrero, y con mucha pena parto desde Talca dejando a Felipe el día de su cumpleaños, su 1º cumpleaños junto a mí, para embarcarme en lo que sería la expedición.

4 de febrero, estábamos los seis reunidos, con tanto bulto que don Walter el arriero dijo “TANTA COSA”, una vez cargado todo iniciamos el camino, a las 11 de la mañana, el día estaba despejado, se veia una que otra nube, nos demoramos tres horas hasta los baños azules donde hicimos la primera parada, no sin ganas de darnos un chapuzón, pero quedaría para el regreso. A las 18 hrs. ya estábamos armando el primer vivac, en aguas buenas a 2670 msnm.

5 de febrero, nos tomó 3 horas llegar al tan anunciado mal paso, 3195 msnm, hacía poco que una mula se murió cayendo varios metros y cargada, incluso una mochila quedo atrapada debajo de ella, descargaron las mulas tuvimos que acarrear algunas mochilas, luego de pasar las vegas del Tupungato ya podíamos ver el maravilloso Tupungato frente a nosotros, más delante de las vegas del flojo (no pude averiguar porqué se llaman así) se cubrió y comenzó a caer algo de nieve, instalamos las carpas a 3413 msnm, el termómetro marcó -6 grados en el avance de nuestra carpa.

6 de febrero, seguimos hasta el campamento base, Don Walter dejo nuestras cosas a 4400 msnm, luego de 5 horas de caminar tranquilamente con buen tiempo y el volcán como fondo del camino. Una vez armadas las carpas del base decidimos que al día siguiente portearíamos al C1, aprovechamos de llamar a Erick para dar noticias nuestras y saber del tiempo, llamamos también a Pajarito, quien nos mejoró la información meteorológica, que hasta el momento andaba bien.

7 de febrero, porteo a C1, armamos el campamento a 4800msnm, entre campos de penitentes y dónde encontramos agua corriendo, hasta el momento no fue necesario fundir nieve, fuimos al hito dónde aprovechamos de tomarnos unas fotitos, estaba realmente bien el tiempo, y la ansiedad de que iniciaríamos la aventura de vislumbraba en nuestras caras. Volvimos a dormir al base y en el regreso venían bajando los dueños de la única carpa que estaba en el base. Eran del CAU, y no habían podido hacer cumbre, dijeron que el viento era muy fuerte, y al parecer se perdieron al entrar en la canaleta. Lamentablemente fueron un poco descorteces con nosotros y hablaron muy fuerte hasta bien tarde, a pesar de eso pudimos descansar.

Jueves 8 de febrero, iniciamos el viaje con destino la cumbre sur del Tupungato, avanzamos al C1, y esperábamos poder seguir sin inconvenientes para el sábado estar en la cumbre, ya que el domingo se cubriría, como nos informo muy acertadamente Pajarito y Erick. Durante la noche no corrió mucho viento y la luna alumbraba como nunca, a pesar de estar menguando, las estrellas eran realmente impactantes. Al día siguiente debíamos levantarnos muy temprano para desarmar todo y avanzar al siguiente y último campamento. El termómetro marcó -5 grados dentro de la carpa.

Viernes 9 de febrero. Iniciamos con más peso que nunca la marcha, debimos dejar varias cosas en el camino, si no hubiera sido un tormento caminar, se adelantaron Nolberto y Julio, que lo seguía un poco más atrás, nos comunicábamos por radio, Nolo cuando llego al filo que nos llevaría al campamento alto nos contaba de la linda vista que se tenia desde ahí. Los demás los seguíamos desde más abajo, con paso tranquilo, pero firme, la ansiedad de estar cada vez más cerca se nos impregnaba en las caras. Al fin llegamos, 5600 msnm, Nolo y Julio habían llegado más arriba buscando otro lugar para acampar, pero decidieron que éste estaba mejor, armamos las cosas y la idea era levantarnos a las 2 para iniciar el camino a la cumbre, los informes del tiempo eran auspiciosos, era ahora o nunca. Durante la noche el viento arremetía sin tregua, a las dos a.m., a las tres, cuatro por lo que decidimos salir si o si a las 8, tal vez el sol disminuiría la fuerza del viento. El termómetro marco -17 grados fuera de la carpa.

Sábado 10 de febrero, día de cumbre, los primeros metros fueron difíciles, pero sin darnos cuenta ya estábamos en los 6 mil, a pasos del gateo y un poco mas allá la canaleta, más cerca que nunca. Comenzamos a caminar juntos, diez por diez, turnándonos en abrir por la nieve, llegamos al gateo, al cruzar a la canaleta seguimos los pasos de Norberto, y seguimos adelante, paso a paso cada vez más impresionados con la belleza y benevolencia del cerro, eran casi las 16 horas y aun nos faltaban algo menos de 300 mts, a eso de las 17 hrs. Estábamos en la cumbre norte, no lo podíamos creer, sólo habían pasado unas cuantas nubes, el día seguía despejado y sólo corría una brisa, desde ahí veiamos la cumbre sur y gracias a las condiciones del tiempo decidimos avanzar y lograr la meta, así, a las 18 horas llegamos a la cumbre, nos tomamos varias fotos, escribimos en el libro de cumbre de la caja del Chile. No podíamos más de la emoción, lo habíamos logrado. Aun faltaba un largo camino, llegar al campamento sanos y salvos y alcanzar a bajar la canaleta y el gateo con luz de día. Con el apuro se vislumbraba la cara de cansados de todos, al finalizar la canaleta nos apuntalamos con agua y power gel para poder continuar. A las 21 hrs., agotados estábamos en nuestras carpas.

Domingo 11 de febrero, la levantada fue apurada debido a las nubes que cerca del medio día cubrieron el cerro, como ya nos habían adelantado, pero nada nos podría quitar esa sonrisita que teníamos todos, fuimos tomando fotos en el camino, recogimos el deposito y la basura que habíamos dejado para continuar hasta el campamento base, esta vez bajamos por la loma Santa María. Lo logramos. Una vez en el base comenzamos con el festín, ya que teníamos tanta comida en caso de demorarnos más, empezamos a subir los kilos que pudimos bajar con el ascenso. Entremedio, se llamó a la hermana de Marce para que avisara a Don Walter de nuestro temprano regreso para que pudiera subir a buscarnos antes, dijo que el martes en la tarde o miércoles en la mañana estaría por allá. Merecido descanso.

Lunes 12, fue un día de playa, despejado, con poco viento. Mientras estábamos en la tarea de aseo del lugar aparecieron dos Austriacos, que venían a intentar subir el Volcán, al parecer después de haber intentado el Chimbote!????? Venían súper cargados y fueron un poco autistas, a pesar de que les ofrecimos información y comida, en fin, seguimos con la tertulia al atardecer, al día siguiente ordenaríamos nuestros respectivos desastres.

Martes 13, ya teníamos algo avanzado el orden cuando vi a lo lejos a los arrieros, ya bajaríamos y comeríamos el asado que teníamos organizado. En tiempo record desarmamos el campamento base y armamos las mochilas para llegar al campamento de Aguas buenas, dónde dormiríamos esa noche. Cinco horas más tarde ya estábamos disfrutando del aperitivo, con cervecitas heladitas, unas aceitunas y otras cosillas que habíamos dejado en una mochila encargada para el regreso, creo que nunca una cerveza cristal me había parecido taaan rica, mientras tanto preparaba el fuego, y cortaban al pobre animal que se comerían esa noche.

Miércoles 14, al fin devuelta en los autos, el de Rodrigo claramente dañado por una cabra loca, partimos rumbo a seguir celebrando en el cajón, esta vez terminamos en el Café vienes, gracias a que por ser “día de los enamorados” estaban casi todas las mesas de los lugares del cajón reservadas. Atendidos por su propia dueña, que resulto fumando y celebrando con nosotros nuestra hazaña. Ahora si calabaza, calabaza.

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