Altitud: 4890 msnm IGM
Región: RM/ VI
Sector: Estero Flores
Ruta: Arista Norte
Integrantes: Paula Salgado, Felipe González, Roberto Toro.
Fecha: 01/05/2013 al 03/05/2013
Sabíamos que el tiempo no estaría muy bueno en esa fecha, pero esperanzados de que no fuera tan malo decidimos ir al cerro de todas maneras.
Fue así como viajamos a Rancagua el día martes en la noche, para preparar el equipo, afinar los últimos detalles y partir bien temprano en la mañana.
En la madrugada suena el despertador, todos a la ducha y partimos el viaje hacia Pangal. El registro correspondiente en carabineros y seguimos el camino.
Al llegar a las Callanas y ver el río..... decidimos seguir por el lecho con el 4x4 y así ahorrarnos 1.30 de caminata. Felices comenzamos a caminar, a superar las primeras pendientes, subidas y bajadas para establecer nuestro campamento tipo 4 pm en las cercanías de las Hualtatas. Ordenamos todo, el equipo, cocinar y conversar hasta una prudente para el día siguiente estar en buenas condiciones.
Relajados partimos la caminata, sabíamos que en cualquier momento se pondría a nevar ya que las nubes amenazaban desde temprano.
A la 1 pm parte una tímida agua nieve que muy pronto se transformó en una copiosa nevazón que nos obligo a armar campamento lo más rápido posible, lo cual no fue malo, ya que estábamos a esa altura en el campamento alto.
Después de establecer campamento, empezó la tarea de derretir nieve, en donde cuando llegamos estaba seco y a la hora ya estaba todo blanco, lo cual nos dio la posibilidad de derretir de nieve y tener el preciado liquido para cocinar e hidratarnos.
Sorpresas nos traía el viernes
La tarde trancurrio entre conversaciones sobre la ruta, la nevazón y la vida.... pero la nieve no paraba... Así nos quedamos dormidos y a las 6.00 am Roberto grita, despierten!, que hay que sacar la nieve o nos asfixiaremos!... No paro en toda la noche de nevar, y a la mañana seguía igual. Pensamos por largos momentos que hacer, ya que el cerro tiene unos gateos bien expuestos y con nieve polvo recién caída se complica mucho más. Como no andábamos con cuerda, seguros ni nada para proteger, decidimos regresar y no arriesgarnos a que pudiera pasar algo.
Durante el retorno la nieve no paró y en unas cotas más bajas se trasformó en una ligera lluvia, que nos permitió sin problemas llegar al anochecer al auto que cómodamente nos esperaba en el lecho del río para dejarnos en la comodidad del hogar.
Sin duda, muy pronto volveremos a este hermoso e inexplorado valle...
En la madrugada suena el despertador, todos a la ducha y partimos el viaje hacia Pangal. El registro correspondiente en carabineros y seguimos el camino.
Al llegar a las Callanas y ver el río..... decidimos seguir por el lecho con el 4x4 y así ahorrarnos 1.30 de caminata. Felices comenzamos a caminar, a superar las primeras pendientes, subidas y bajadas para establecer nuestro campamento tipo 4 pm en las cercanías de las Hualtatas. Ordenamos todo, el equipo, cocinar y conversar hasta una prudente para el día siguiente estar en buenas condiciones.
Atardecer jueves 01.
A la 1 pm parte una tímida agua nieve que muy pronto se transformó en una copiosa nevazón que nos obligo a armar campamento lo más rápido posible, lo cual no fue malo, ya que estábamos a esa altura en el campamento alto.
Después de establecer campamento, empezó la tarea de derretir nieve, en donde cuando llegamos estaba seco y a la hora ya estaba todo blanco, lo cual nos dio la posibilidad de derretir de nieve y tener el preciado liquido para cocinar e hidratarnos.
Sorpresas nos traía el viernes
La tarde trancurrio entre conversaciones sobre la ruta, la nevazón y la vida.... pero la nieve no paraba... Así nos quedamos dormidos y a las 6.00 am Roberto grita, despierten!, que hay que sacar la nieve o nos asfixiaremos!... No paro en toda la noche de nevar, y a la mañana seguía igual. Pensamos por largos momentos que hacer, ya que el cerro tiene unos gateos bien expuestos y con nieve polvo recién caída se complica mucho más. Como no andábamos con cuerda, seguros ni nada para proteger, decidimos regresar y no arriesgarnos a que pudiera pasar algo.
Durante el retorno la nieve no paró y en unas cotas más bajas se trasformó en una ligera lluvia, que nos permitió sin problemas llegar al anochecer al auto que cómodamente nos esperaba en el lecho del río para dejarnos en la comodidad del hogar.
Sin duda, muy pronto volveremos a este hermoso e inexplorado valle...
Al regresar.
Al retirarnos del cajon de flores.
Al final esta fue la primera salida a hermosos cajones que tiene la cordillera de
Rancagua, siempre existirán ganas y deseos de regresar y creo que este es un
muy buen año para comenzar a conocer esta zona que tiene mucho que enseñarnos.
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