Región: RM / VI
Sector: Estero de Flores
Ruta: Cara Sur
Integrantes: Paula Salgado, Felipe González y Roberto Toro.
Fecha: 14/09/2013 al 21/09/2013
Así fue como en mayo del 2013 se realizó el primer intento y sin
buenos resultados se pensó en que se debería repetir, así pasaron los meses y
en julio nació la inquietud de ir por esos dos grandes macizos de los andes
centrales, el cerro nevado tenía un toque singular de incertidumbre ya que hace
20 años que no presentaba ascensiones, las ascensiones anteriores se realizador en los años 50, 70 y
90 por tal motivo la información era muy vaga y de poco peso pero se siguió
trabajando hasta que un fin de semana de septiembre se decidió por intentar
como primera opción este cerro ya que
necesitaríamos tener todas las energías disponibles para sortear los problemas
que presentaría la ruta que por lo demás
ya era desconocida y estábamos en antecedentes de un accidente anterior con
resultado fatal.
Los días pasaron y se
revisaba el tiempo con regularidad para conocer si estaríamos en condiciones de
poder hacer un intento, la meteorología indicaba que solo tendríamos tres días
disponibles dentro de una semana ya que el resto de los días se presentarían
nevazones en la zona pero en ningún caso como para tener preocupaciones, la
temperatura estaría estable y solo un día estaríamos con -18° C, al ser solo un
día no resultaba de preocupación ya que es parte de lo que cualquier montañista
que realice cerros en invernal debe estar dispuesto a soportar.
SÁBADO 14. El día esperado.
Por semanas de imaginar la ruta, revisar el “meteo”, preparar el equipo,
comprar la comida, las últimas llamadas y consultas entre nosotros. “Las cartas
están echadas”. Después, lo típico. Comprar lo último en Coya y registrarse en
Pangal. El arriero nos espera en Las Callanas, él nos da el apoyo para aliviar
al máximo posible el peso que llevamos en esta salida. El peso del equipo a la
larga cansa hasta al más entrenado, no es lo mismo que salir en verano que en
invierno. Cruzamos los dedos por que el cajón de Flores no estuviese tan nevado
y el arriero avance lo más posible con nuestro equipo. Con alegría descubrimos
que así fue. Al término de la jornada, ya estábamos un poco más arriba de Las
Gualtatas (2.330m aprox.), donde pasaríamos nuestra primera y agradable noche
con -5,5°C al interior de la carpa. Temperatura que no nos daría tregua y
siempre sería bajo cero.
DOMINGO 15. Al despertar después de haber nevado el día anterior y
con una grata temperatura de -6°C…. Sorpresa!. Faltan unos crampones. Drama y
mala onda. Decisión apresurada e inmediata: “seguir sólo dos”. Pero la razón
ante la “tontura” dice rehacer el camino hasta encontrar lo perdido o bajar a
Machalí a buscar otros de repuesto. Total tenemos días a favor. Los crampones
en esta salida con condiciones invernales son indispensables para la ascensión
o las condiciones del terreno, considerando que nos tocó súper frío. Para muy
sorpresa nuestra, al pasar ya por Coya, le preguntamos al arriero si los vió
cuando regresaba y.. siiiiii los vió!!!. Hasta los guardó en la rueda de
repuesto del 4x4 y nosotros sin darnos cuenta de aquello. Sobre la misma,
regresamos. Al final del día revisamos todo de nuevo y aplicar filtro porque
llevábamos muchas cosas, nos falló el cálculo. Noche con dudas e inquitudes
mentales, la ruta y el famoso “Mal Paso” que tanto nos comentaron, vuelven a
rondar en la mente. Otra noche cálida…. -8,8°C dentro de la carpa!!!.
Ya resuelto el problema se empezó a pensar en la marcha del día
lunes…..¿Seguro el lunes y nevara todo el día? Y nacen pequeños párrafos de la literatura más
reciente leída por los integrantes…….Algunos Pensaban en CHENU otros pensaban
en los Polacos y así fue como el fervor y la ansiedad de seguir se apoderara de
nosotros.
Comenzando la nevazón |
LUNES 16. Así fue como llego el y lo esperado no tardó en llegar,
nieve y frío el condimento perfecto para terminar el invierno. Para subir más livianos dejamos comida y
equipo (raquetas, estacas y ferretería), a morir. El clima no nos acompaña
desde antes de salir de la carpa. Al avanzar, el viento y nieve nos golpea la
espalda y una nube negra cierra como telón de fondo al sur. Hacia nuestro
avance, muy poca visibilidad. Solo seguir la ruta imaginaria. De repente, cero
visibilidad, “White-out”, no se ve nada!. Un blanco total que impide
orientarse, avanzar es la opción. A ratos, uno que otro farellón borroso se
distingue, dando una falsa referencia de nuestra ubicación. Sigue el viento y
la nieve. Cada vez vemos menos y el cansancio se empieza a notar. El gran
canalón, que llega a Potrerillo Alto, y que debíamos superar ese día nos estaba
agotando el doble, debido a la incertidumbre de no saber dónde íbamos. Las
condiciones del clima, obligan a buscar refugio y preparar campamento
alternativa, apenas estábamos a 2.840m. Bajo una terraza de una roca grande,
preparamos el lugar para instalar la carpa. Incómodos en tan poco espacio para
maniobrar y tener el cuidado necesario para no caer quizás para donde. Sigue el
viento y la nieve con más intensidad, temperatura era de -6,5°C mientras caminábamos
en “la oscuridad” de la tormenta. Ya dentro de la carpa, la pregunta era dónde
estábamos. Cuando dejó de nevar, una pequeña ventana se abrió hacia los cerros
y ahí estaban el glaciar Gendarme, el Nevado y la Torre de Flores completamente
blancos…. Estábamos al frente!!!. En algún punto del gran canalón, nos desviamos
hacia el poniente, en diagonal hacia Potrerillo Alto. Qué hermosa vista de esas
tres cumbres entre medio de las nubes!!. Al día siguiente, queda retomar el
rumbo y tratar de alcanzar la cota de los 4.000m. Mientras al exterior de la
carpa, un temperatura tropical de -8,5°C.
Pasando sobre avalanchas |
Campamento 2.840 msnm |
MARTES 17. Lo primero, abrir la carpa y apreciar un despejado azul
y frío paisaje, y observar la ilógica
ruta que hicimos con cero visibilidad. Fue uuuff!!. Desayunar y partir. Lenta
rutina que el frío de esa mañana lo hacía todo más lento. La escarcha en la
carpa, el cubretecho pegado, las varillas soldadas entre si, las manos sin
sensibilidad y los pies igual. Hasta que remontamos y continuamos Potrerillo
Alto. Incluso con sol la temperatura era negativa, estable que bordeo los -5°C,
se caminó con una nieve polvo que era horrible y solo nos desgastaba, la
canaleta se veía cerca pero debíamos alternar la apertura para que el
agotamiento no matara a ningún integrante, recordar que no existían raquetas ni
menos ski para hacer más liviano el avance, pero no importaba ante tan gran espectáculo en
HD que nos ofrecía la naturaleza, Potrerillo Alto cubierto de nieve en
contraste con el intenso azul del Largo y lento ascenso por nieve caída el día
anterior, de 10 a 20cm. Abrir ruta era lo más pesado, nos turnamos en hacer el
esfuerzo, pensando paso a paso en el objetivo. De un agradable día de sol, pasó
al viento con nieve polvo. Esa ventolera con nieve que se te mete en los lentes
y por el cuello. Cerca de las 15 hrs estábamos bajo la canaleta y sin mucho
ánimo comienzan los cuestionamientos, ¿atacamos desde aquí? ¿Subimos y buscamos
algo mejor?, la respuesta fue unánime se deberá subir hasta la altura acordada y
como máximo a las 18 hrs pararemos en donde nos encontremos, así fue como Paula
en un buen momento de motivación se abrió toda la canaleta para estar cerca de
las 17:15 hrs armando campamento curiosamente, de nuevo bajo una gran roca que
nos dio protección del viento. Viento que en adelante estará presente en toda
la salida. Enterrar la carpa y levantar muros, nos demoramos pero ya estábamos
listos para estar tres noches en ese lugar a 4.000m. Después, comed y bebed.
Las liofilizadas eran la exquisitez que cargamos. La cena, la mejor hora del
día. El día siguiente sería el gran día, “allá vemos que pasa”, nos dijimos.
Hace más de dos meses que no parábamos de hablar del cerro, de enviarnos mails,
mensajes por wazap y ver fotos. Afuera, la tropical temperatura de -6,5°C.
En el gran plateau |
Remontando la canaleta para llegar a los 4000 msnm |
MIERCOLES 18. No podíamos despertar en la mañana, o era el
cansancio o no estábamos haciendo los locos. La jornada anterior hicimos un
desnivel de 1.200m cargados. De nuevo la rutina de levantada. Ya a las 9:00
partimos a la cumbre, tarde debido al frío era siberiano afuera. Así fue como Roberto
parte una carrera por la gran anhelada cumbre abriendo la ruta con los mismos -10°C de los días
anteriores (el único recuerdo que estaba
en mi cabeza, era está mejor que el cerro Castillo). Cada vez más cerca se
divisa el portezuelo que une el Nevado con la Torre de Flores, cada vez más
empinado. A 4.400m paramos a equiparnos. Arnés, estacas, jumar, cordínes,
radio, todo puesto. Un alfajor para creer que da energía y listos. Llegó la
hora. No divisamos el “Mal Paso” o ya no existía y ahora era un más “Mal Paso”.
Las tareas estaban claras y llegaba la hora, cuerda y primer largo entre nieve y hielo se llega a
una canaleta que después de una escalada en roca muy mala calidad (típico de
nuestros andes) llegamos a una reunión en donde logramos instalarnos de forma
muy incómoda, preparamos el segundo largo, opiniones se daban pero quien abre
es quien busca el lugar más cómodo para subir, el siguiente con jumar y el
ultimo con la cuerda deberá saber subir.
Camino a la cumbre por el acarreo |
La escalada no es de las mejores, un seguro spicologico se sale……
ufff a sacarse los guantes y a apretar lo que exista ya que no hay posibilidad de volar, equilibrio sacar
piolet nuevamente y se entra en terreno mixto una vez más, las manos no se
sienten pero ya estamos en terreno seguro. Escalar con los crampones en roca
hace respirar el triple, toda la fuerza y concentración a cada paso. Una caída
de espalda a los farellones sería fatal. Pasada la roca, otra reunión. Hasta
ahora no hemos comido mucho, menos pensar en hidratarse.
Son las 17 hrs y nos faltaba más de un largo de cuerda, para
llegar a lo que se suponía debería declinar la pendiente, un largo más, otro
más y a dejar fija la cuerda para que el regreso se mas rápido, salimos a la
cornisa y nunca declino la pendiente, solo debíamos seguir caminando.
Lo único que queríamos en ese momento junto a la cumbre era un
poco de sol y salir luego al borde superior. Seguimos, paso a paso y salimos
por fin al filo cumbrero. Un leve rayo de sol nos reconforta. A lo lejos, la
cumbre que no ha sido visitada desde hace veinte años también en una ascensión
invernal. Aquí recién paramos a comer algo.
El paisaje a nuestro alrededor era hipnótico. Tantos cerros,
tantas cumbres que conquistar y tan corta la vida. Eran las 17:30, el viento no
cesa su tarea de golpearnos. Ventiscas de nieve polvo. Agotados. Nos damos
apoyo y continuamos por la cornisa, lentos. El último tramo que ascender hasta
que llegamos a unas rocas en la ante cumbre. Dejamos las mochilas y en menos de
diez minutos estábamos en la cumbre.
A las 18:10 hrs nos felicitábamos por lo hecho pero sabíamos que
debíamos regresar, pero no sin antes de desarmar todas las piedras de esta para
encontrar en famoso testimonio de los últimos en subir, una piedra tras otra
rodaban cerro abajo y cada minuto nuestro entusiasmo decaía ya que también entendíamos que en 20 años todo puede
desaparecer……fotos y a bajar, con una temperatura que bordea los -18°C, corre
viento el mismo que en los canalones anteriores nos entregó la mejor nieve
polvo caída en los días previos.
A bajar ya que sería un largo regreso, pero estábamos con frio y
el agua estaba congelada, hay que entender que a los casi 5000 msnm en invierno
y con temperaturas bajas, después de 10 horas de trabajo el cuerpo pasa la
cuenta.
Aumenta el viento y comienzan a llegar nubes, la alegría se aleja al igual que la nieve que llevan las
ráfagas que nos golpean, solo nos faltan 4 largos y uno de estos es el que
debemos cuidar ya que es el más peligroso y expuesto, el descenso no sería el mismo había que
evitar la escalada, no hay donde asegurar y la nieve no tiene la suficiente
consistencia para intentar algo tan lunático.
Salimos de la cuerda fija, Paula toma el siguiente largo y sabe
que debe moverse a otra canaleta, llega a un lugar que solo puede protegerse en
parte del viento que sopla celoso por lo acontecido y del cual emana una
cascada de nieve polvo que tapa todo, Roberto que esta mas entero va de
segundo, su misión también es clara hidratar a paula con el agua caliente que
le quedaba, por ultimo Felipe quien solo debía retirar dos seguros intermedios,
pero es más fácil escribirlo que hacerlo
ya que al estar esperando las maniobras
anteriores en una canaleta en donde el viento golpea y todos se enfrían, no es
sencillo de realizar.
Sale la luna esplendía a esa altura, el complemento perfecto para
entregar luz adicional a unos cuerpos que solo anhelan bajar estos dos largos
restantes, se encuentra el grupo y comienzan los rapeles maniobras más,
maniobras menos, susto, un seguro casi se sale uffff gritos y todo queda en
nada, la mente fría, siempre con calma los integrantes están bien, solo el frío
no deja que ellos puedan disfrutar de estar casi a un paso de un lugar seguro.
El último rapel para salir del hielo y un rapel más por seguridad pero el
terreno es mucho más fácil y a descender ya que estábamos todos sanos pero no a
salvo, el viento golpea más fuerte que nunca, son las 22:00 hrs y las nubes se
empiezan apoderar del cerro abrazándolo en la cumbre en una danza que solo el
recuerdo de nuestras mentes podrá contemplar, ya que el viento sople desde el
valle y la nieve golpea nuestra cara y ojos sin dejar ver mucho o más bien casi
nada, nos juntamos y el descenso hasta la carpa resulta ya casi sin problemas
logramos entrar en calor ya que la carrera de descenso siempre ayuda a que el
cuerpo recupere temperatura.
JUEVES 19. En nuestros planes pensamos en la ascensión a la Torre
de Flores, después del Nevado. Despertamos tan cansados que decidimos bajar,
aprovechando que estaba nublado pero sin nevazón. Buena decisión porque ya en
el campamento a 2.300m comienza a nevar. Nieve que no paró de caer hasta el
SÁBADO 21 de septiembre. Luego de 36 horas de nevadas encerrados en la carpa, solo nos quedaba desarmar e irnos pero no sin
antes de disfrutar las ultimas ráfagas en nuestras caras, así fue como
guardamos todo como pudimos y nos retiramos entre la última nevazón de invierno
del 2013, la cual como todos saben no fue solo una ligera caída de nieve fue un
pequeño frente de mal tiempo que algo más que frío dejo a tres personas.
La alegría es absoluta ahora en casa, todos y cada uno supo disfrutar este
pequeño ascenso.
Roberto, disfruta de vivir en una zona en donde se respeta la
trayectoria de los montañistas y en donde la historia siempre tendrá un lugar
especial.
Paula, disfruta por ser la primera mujer en subir este cerro
(según información entregada por fuentes del CAR).
Felipe, disfrutar por integrar un buen equipo y ascender una
hermosa cumbre……
Se vienen más cerros de esta hermosa cordillera.
Carpa amarilla después de sacudir, carpa roja aun enterrada |
2 comentarios:
Buenisimo chicos! a seguir poniendole y disfrutando (cuando se pueda) jajajaja....abrazo, alturasur.
felicidades. con aldo boitano hizimos la primera invernal del flores hace ya 20 años...1993, cuando aldo y yo nos preparabamos a ir a antartica, al final el fue con un muy buen grupo y yo me quede dando examanes para marzo!. ojo no dejamos testimonio, pura nieve. si sus fotos que aun tengo en papel. felicitaciones.
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