24.9.13

Cerro Nevado de Flores, 20 años de historia...



Altitud: 4910 msnm
Región: RM / VI
Sector: Estero de Flores
Ruta: Cara Sur
Integrantes: Paula Salgado, Felipe González y Roberto Toro.
Fecha: 14/09/2013 al 21/09/2013


 Esta idea solo nace de querer subir el Cerro Torre de Flores ya que para integrantes del CAR de Rancagua y dos de Talca por distintos motivos tenían interés en esta cumbre.
Así fue como en mayo del 2013 se realizó el primer intento y sin buenos resultados se pensó en que se debería repetir, así pasaron los meses y en julio nació la inquietud de ir por esos dos grandes macizos de los andes centrales, el cerro nevado tenía un toque singular de incertidumbre ya que hace 20 años que no presentaba ascensiones, las ascensiones  anteriores se realizador en los años 50, 70 y 90 por tal motivo la información era muy vaga y de poco peso pero se siguió trabajando hasta que un fin de semana de septiembre se decidió por intentar como primera opción este cerro  ya que necesitaríamos tener todas las energías disponibles para sortear los problemas que presentaría  la ruta que por lo demás ya era desconocida y estábamos en antecedentes de un accidente anterior con resultado fatal.
 Los días pasaron y se revisaba el tiempo con regularidad para conocer si estaríamos en condiciones de poder hacer un intento, la meteorología indicaba que solo tendríamos tres días disponibles dentro de una semana ya que el resto de los días se presentarían nevazones en la zona pero en ningún caso como para tener preocupaciones, la temperatura estaría estable y solo un día estaríamos con -18° C, al ser solo un día no resultaba de preocupación ya que es parte de lo que cualquier montañista que realice cerros en invernal debe estar dispuesto a soportar.


SÁBADO 14.  El día esperado. Por semanas de imaginar la ruta, revisar el “meteo”, preparar el equipo, comprar la comida, las últimas llamadas y consultas entre nosotros. “Las cartas están echadas”. Después, lo típico. Comprar lo último en Coya y registrarse en Pangal. El arriero nos espera en Las Callanas, él nos da el apoyo para aliviar al máximo posible el peso que llevamos en esta salida. El peso del equipo a la larga cansa hasta al más entrenado, no es lo mismo que salir en verano que en invierno. Cruzamos los dedos por que el cajón de Flores no estuviese tan nevado y el arriero avance lo más posible con nuestro equipo. Con alegría descubrimos que así fue. Al término de la jornada, ya estábamos un poco más arriba de Las Gualtatas (2.330m aprox.), donde pasaríamos nuestra primera y agradable noche con -5,5°C al interior de la carpa. Temperatura que no nos daría tregua y siempre sería bajo cero.


DOMINGO 15. Al despertar después de haber nevado el día anterior y con una grata temperatura de -6°C…. Sorpresa!. Faltan unos crampones. Drama y mala onda. Decisión apresurada e inmediata: “seguir sólo dos”. Pero la razón ante la “tontura” dice rehacer el camino hasta encontrar lo perdido o bajar a Machalí a buscar otros de repuesto. Total tenemos días a favor. Los crampones en esta salida con condiciones invernales son indispensables para la ascensión o las condiciones del terreno, considerando que nos tocó súper frío. Para muy sorpresa nuestra, al pasar ya por Coya, le preguntamos al arriero si los vió cuando regresaba y.. siiiiii los vió!!!. Hasta los guardó en la rueda de repuesto del 4x4 y nosotros sin darnos cuenta de aquello. Sobre la misma, regresamos. Al final del día revisamos todo de nuevo y aplicar filtro porque llevábamos muchas cosas, nos falló el cálculo. Noche con dudas e inquitudes mentales, la ruta y el famoso “Mal Paso” que tanto nos comentaron, vuelven a rondar en la mente. Otra noche cálida…. -8,8°C dentro de la carpa!!!.
Ya resuelto el problema se empezó a pensar en la marcha del día lunes…..¿Seguro el lunes y nevara todo el día?  Y nacen pequeños párrafos de la literatura más reciente leída por los integrantes…….Algunos Pensaban en CHENU otros pensaban en los Polacos y así fue como el fervor y la ansiedad de seguir se apoderara de nosotros.
Comenzando la nevazón



LUNES 16. Así fue como llego el y lo esperado no tardó en llegar, nieve y frío el condimento perfecto para terminar el invierno.  Para subir más livianos dejamos comida y equipo (raquetas, estacas y ferretería), a morir. El clima no nos acompaña desde antes de salir de la carpa. Al avanzar, el viento y nieve nos golpea la espalda y una nube negra cierra como telón de fondo al sur. Hacia nuestro avance, muy poca visibilidad. Solo seguir la ruta imaginaria. De repente, cero visibilidad, “White-out”, no se ve nada!. Un blanco total que impide orientarse, avanzar es la opción. A ratos, uno que otro farellón borroso se distingue, dando una falsa referencia de nuestra ubicación. Sigue el viento y la nieve. Cada vez vemos menos y el cansancio se empieza a notar. El gran canalón, que llega a Potrerillo Alto, y que debíamos superar ese día nos estaba agotando el doble, debido a la incertidumbre de no saber dónde íbamos. Las condiciones del clima, obligan a buscar refugio y preparar campamento alternativa, apenas estábamos a 2.840m. Bajo una terraza de una roca grande, preparamos el lugar para instalar la carpa. Incómodos en tan poco espacio para maniobrar y tener el cuidado necesario para no caer quizás para donde. Sigue el viento y la nieve con más intensidad, temperatura era de -6,5°C mientras caminábamos en “la oscuridad” de la tormenta. Ya dentro de la carpa, la pregunta era dónde estábamos. Cuando dejó de nevar, una pequeña ventana se abrió hacia los cerros y ahí estaban el glaciar Gendarme, el Nevado y la Torre de Flores completamente blancos…. Estábamos al frente!!!. En algún punto del gran canalón, nos desviamos hacia el poniente, en diagonal hacia Potrerillo Alto. Qué hermosa vista de esas tres cumbres entre medio de las nubes!!. Al día siguiente, queda retomar el rumbo y tratar de alcanzar la cota de los 4.000m. Mientras al exterior de la carpa, un temperatura tropical de -8,5°C.

Pasando sobre avalanchas
Campamento 2.840 msnm

MARTES 17. Lo primero, abrir la carpa y apreciar un despejado azul y frío paisaje,  y observar la ilógica ruta que hicimos con cero visibilidad. Fue uuuff!!. Desayunar y partir. Lenta rutina que el frío de esa mañana lo hacía todo más lento. La escarcha en la carpa, el cubretecho pegado, las varillas soldadas entre si, las manos sin sensibilidad y los pies igual. Hasta que remontamos y continuamos Potrerillo Alto. Incluso con sol la temperatura era negativa, estable que bordeo los -5°C, se caminó con una nieve polvo que era horrible y solo nos desgastaba, la canaleta se veía cerca pero debíamos alternar la apertura para que el agotamiento no matara a ningún integrante, recordar que no existían raquetas ni menos ski para hacer más liviano el avance,  pero no importaba ante tan gran espectáculo en HD que nos ofrecía la naturaleza, Potrerillo Alto cubierto de nieve en contraste con el intenso azul del Largo y lento ascenso por nieve caída el día anterior, de 10 a 20cm. Abrir ruta era lo más pesado, nos turnamos en hacer el esfuerzo, pensando paso a paso en el objetivo. De un agradable día de sol, pasó al viento con nieve polvo. Esa ventolera con nieve que se te mete en los lentes y por el cuello. Cerca de las 15 hrs estábamos bajo la canaleta y sin mucho ánimo comienzan los cuestionamientos, ¿atacamos desde aquí? ¿Subimos y buscamos algo mejor?, la respuesta fue unánime se deberá subir hasta la altura acordada y como máximo a las 18 hrs pararemos en donde nos encontremos, así fue como Paula en un buen momento de motivación se abrió toda la canaleta para estar cerca de las 17:15 hrs armando campamento curiosamente, de nuevo bajo una gran roca que nos dio protección del viento. Viento que en adelante estará presente en toda la salida. Enterrar la carpa y levantar muros, nos demoramos pero ya estábamos listos para estar tres noches en ese lugar a 4.000m. Después, comed y bebed. Las liofilizadas eran la exquisitez que cargamos. La cena, la mejor hora del día. El día siguiente sería el gran día, “allá vemos que pasa”, nos dijimos. Hace más de dos meses que no parábamos de hablar del cerro, de enviarnos mails, mensajes por wazap y ver fotos. Afuera, la tropical temperatura de -6,5°C.

En el gran plateau
Remontando la canaleta para llegar a los 4000 msnm


MIERCOLES 18. No podíamos despertar en la mañana, o era el cansancio o no estábamos haciendo los locos. La jornada anterior hicimos un desnivel de 1.200m cargados. De nuevo la rutina de levantada. Ya a las 9:00 partimos a la cumbre, tarde debido al frío era siberiano afuera. Así fue como Roberto parte una carrera por la gran anhelada cumbre abriendo la ruta  con los mismos -10°C de los días anteriores  (el único recuerdo que estaba en mi cabeza, era está mejor que el cerro Castillo). Cada vez más cerca se divisa el portezuelo que une el Nevado con la Torre de Flores, cada vez más empinado. A 4.400m paramos a equiparnos. Arnés, estacas, jumar, cordínes, radio, todo puesto. Un alfajor para creer que da energía y listos. Llegó la hora. No divisamos el “Mal Paso” o ya no existía y ahora era un más “Mal Paso”. Las tareas estaban claras y llegaba la hora, cuerda y  primer largo entre nieve y hielo se llega a una canaleta que después de una escalada en roca muy mala calidad (típico de nuestros andes) llegamos a una reunión en donde logramos instalarnos de forma muy incómoda, preparamos el segundo largo, opiniones se daban pero quien abre es quien busca el lugar más cómodo para subir, el siguiente con jumar y el ultimo con la cuerda deberá saber subir.

Camino a la cumbre por el acarreo
La escalada no es de las mejores, un seguro spicologico se sale…… ufff a sacarse los guantes y a apretar lo que exista ya que  no hay posibilidad de volar, equilibrio sacar piolet nuevamente y se entra en terreno mixto una vez más, las manos no se sienten pero ya estamos en terreno seguro. Escalar con los crampones en roca hace respirar el triple, toda la fuerza y concentración a cada paso. Una caída de espalda a los farellones sería fatal. Pasada la roca, otra reunión. Hasta ahora no hemos comido mucho, menos pensar en hidratarse.
Son las 17 hrs y nos faltaba más de un largo de cuerda, para llegar a lo que se suponía debería declinar la pendiente, un largo más, otro más y a dejar fija la cuerda para que el regreso se mas rápido, salimos a la cornisa y nunca declino la pendiente, solo debíamos seguir caminando.
Lo único que queríamos en ese momento junto a la cumbre era un poco de sol y salir luego al borde superior. Seguimos, paso a paso y salimos por fin al filo cumbrero. Un leve rayo de sol nos reconforta. A lo lejos, la cumbre que no ha sido visitada desde hace veinte años también en una ascensión invernal. Aquí recién paramos a comer algo.
Se escucha, debemos asegurar la bajada y los pensamientos fueron han pasado 20 años y esta cumbre está ahí, hay que seguir. La temperatura era por debajo de -15°C y el viento arreciaba.
El paisaje a nuestro alrededor era hipnótico. Tantos cerros, tantas cumbres que conquistar y tan corta la vida. Eran las 17:30, el viento no cesa su tarea de golpearnos. Ventiscas de nieve polvo. Agotados. Nos damos apoyo y continuamos por la cornisa, lentos. El último tramo que ascender hasta que llegamos a unas rocas en la ante cumbre. Dejamos las mochilas y en menos de diez minutos estábamos en la cumbre.
A las 18:10 hrs nos felicitábamos por lo hecho pero sabíamos que debíamos regresar, pero no sin antes de desarmar todas las piedras de esta para encontrar en famoso testimonio de los últimos en subir, una piedra tras otra rodaban cerro abajo y cada minuto nuestro entusiasmo decaía ya que también  entendíamos que en 20 años todo puede desaparecer……fotos y a bajar, con una temperatura que bordea los -18°C, corre viento el mismo que en los canalones anteriores nos entregó la mejor nieve polvo caída en los días previos.
A bajar ya que sería un largo regreso, pero estábamos con frio y el agua estaba congelada, hay que entender que a los casi 5000 msnm en invierno y con temperaturas bajas, después de 10 horas de trabajo el cuerpo pasa la cuenta.
Aumenta el viento y comienzan a llegar nubes, la alegría se  aleja al igual que la nieve que llevan las ráfagas que nos golpean, solo nos faltan 4 largos y uno de estos es el que debemos cuidar ya que es el más peligroso y expuesto,  el descenso no sería el mismo había que evitar la escalada, no hay donde asegurar y la nieve no tiene la suficiente consistencia para intentar algo tan lunático.
Salimos de la cuerda fija, Paula toma el siguiente largo y sabe que debe moverse a otra canaleta, llega a un lugar que solo puede protegerse en parte del viento que sopla celoso por lo acontecido y del cual emana una cascada de nieve polvo que tapa todo, Roberto que esta mas entero va de segundo, su misión también es clara hidratar a paula con el agua caliente que le quedaba, por ultimo Felipe quien solo debía retirar dos seguros intermedios, pero es  más fácil escribirlo que hacerlo ya que al estar esperando  las maniobras anteriores en una canaleta en donde el viento golpea y todos se enfrían, no es sencillo de realizar.
Sale la luna esplendía a esa altura, el complemento perfecto para entregar luz adicional a unos cuerpos que solo anhelan bajar estos dos largos restantes, se encuentra el grupo y comienzan los rapeles maniobras más, maniobras menos, susto, un seguro casi se sale uffff gritos y todo queda en nada, la mente fría, siempre con calma los integrantes están bien, solo el frío no deja que ellos puedan disfrutar de estar casi a un paso de un lugar seguro. El último rapel para salir del hielo y un rapel más por seguridad pero el terreno es mucho más fácil y a descender ya que estábamos todos sanos pero no a salvo, el viento golpea más fuerte que nunca, son las 22:00 hrs y las nubes se empiezan apoderar del cerro abrazándolo en la cumbre en una danza que solo el recuerdo de nuestras mentes podrá contemplar, ya que el viento sople desde el valle y la nieve golpea nuestra cara y ojos sin dejar ver mucho o más bien casi nada, nos juntamos y el descenso hasta la carpa resulta ya casi sin problemas logramos entrar en calor ya que la carrera de descenso siempre ayuda a que el cuerpo recupere temperatura.




JUEVES 19. En nuestros planes pensamos en la ascensión a la Torre de Flores, después del Nevado. Despertamos tan cansados que decidimos bajar, aprovechando que estaba nublado pero sin nevazón. Buena decisión porque ya en el campamento a 2.300m comienza a nevar. Nieve que no paró de caer hasta el SÁBADO 21 de septiembre. Luego de 36 horas de nevadas encerrados en la carpa,  solo nos quedaba desarmar e irnos pero no sin antes de disfrutar las ultimas ráfagas en nuestras caras, así fue como guardamos todo como pudimos y nos retiramos entre la última nevazón de invierno del 2013, la cual como todos saben no fue solo una ligera caída de nieve fue un pequeño frente de mal tiempo que algo más que frío dejo a tres personas.

La alegría es absoluta ahora en  casa, todos y cada uno supo disfrutar este pequeño ascenso.
Roberto, disfruta de vivir en una zona en donde se respeta la trayectoria de los montañistas y en donde la historia siempre tendrá un lugar especial.
Paula, disfruta por ser la primera mujer en subir este cerro (según información entregada por fuentes del CAR).
Felipe, disfrutar por integrar un buen equipo y ascender una hermosa cumbre……
Se vienen más cerros de esta hermosa cordillera.

Carpa amarilla después de sacudir, carpa roja aun enterrada


2 comentarios:

Marco Antonio Poblete Martinez dijo...

Buenisimo chicos! a seguir poniendole y disfrutando (cuando se pueda) jajajaja....abrazo, alturasur.

pbesser dijo...

felicidades. con aldo boitano hizimos la primera invernal del flores hace ya 20 años...1993, cuando aldo y yo nos preparabamos a ir a antartica, al final el fue con un muy buen grupo y yo me quede dando examanes para marzo!. ojo no dejamos testimonio, pura nieve. si sus fotos que aun tengo en papel. felicitaciones.